Hacer, crear, modificar

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Las variaciones o modificaciones que afectan a un mundo en concreto son observadas, puntualmente, tanto por la ciencia como por el arte; en su función cognitiva común (filosofías de la ciencia y del arte, unidas dentro de la epistemología en un proyecto común de filosofía del conocimiento), ambas materias nos ofrecen el resultado asombroso de sus investigaciones. El mundo se asoma, en distintas escalas, a diferentes versiones del mundo, o éstas son reducidas a una única teoría del mundo. You'll Never Walk Alone, de Gerry & Pacemakers, comparte protagonismo con la Sinfonía Heroica de Beethoven y el circulo se abre o se cierra, indistintamente, dependiendo del hacer, del crear, y de múltiples variaciones y modificaciones.
En el caso del artista, la investigación le ha llevado de un estado determinado del mundo a un nuevo estado, o de una interpretación del mundo a una nueva y modificada interpretación. En un momento dado, Jorge Oteiza puntualiza: el espacio ya no es un lugar donde se fija una escultura, sino el sitio que se desaloja, que se hace estatua. El siguiente paso nos mostrará el lugar espiritual de encuentro donde el escultor acierta a revelar, y una versión alternativa de este proceso donde el escultor no llega a alcanzar esa revelación. De igual manera, y como resumen final de los trabajos, encontraremos un mundo donde el espectador puede acertar a descifrarlo todo, y otro mundo donde el espectador no lo consigue. El primer mundo de Oteiza será, desde mucho antes, la masa compacta, lo más denso e imponente del arte primitivo; y todo acabará justo en el lado opuesto, en la desnudez y la desocupación de la materia y del espacio.
Por su parte, la ciencia pasará de un mundo newtoniano donde la gravedad es una fuerza ejercida sobre un cuerpo por otro cuerpo, al mundo de la relatividad general donde ya no se habla de fuerzas, sino de curvaturas del espacio y del tiempo. Con todos los misterios de la naturaleza de la materia, la fuerza y la energía, encajados en el marco estructural del modelo estándar, el científico descubrirá, desazonado, que el modelo estándar no es la respuesta definitiva, y por un momento llegará a pensarse completamente incapaz de dar con el siguiente paso; es decir, de dar con una versión más corregida y más aproximada del mundo. Éstas y otras preocupaciones acabarán desvelando al físico Steven Weinberg, quien sólo encontrará un alivio justificado volcando sus dudas en Pensamientos nocturnos de un físico cuántico. El científico, entonces, llegará a la conclusión de que la versión del mundo reflejada en el modelo estándar arrastra numerosas imperfecciones; y, curiosamente, reconocerá que estas imperfecciones son, por qué no decirlo, imperfecciones estéticas. ¿La verdad?, se preguntará en un momento dado el científico. Los científicos normalmente reconocen la verdad en cuanto la ven; pero la verdad es una cuestión a la que deben dedicarse los filósofos, y si los filósofos no han tenido éxito en definir la verdad es que no han hecho bien su trabajo.
El 23 de mayo pasado, Libro de Notas enlazaba con un artículo de Sebastián Dozo Moreno, publicado en La Nación, donde, en este caso, se critica al científico por determinados juicios filosóficos; ya se sabe: artistas ejerciendo como filósofos, filósofos ejerciendo como científicos, científicos ejerciendo como artistas. Lo más sorprendente, no obstante, es comprobar cómo la idea de Hilary Putnam del fin del sueño de una descripción de lo que realmente existe, del sueño de un método general para mostrar a aquellos que están en lo correcto que están en lo correcto (el sueño de un método universal), y el never mind mind, essence is not essential, and matter doesnt matter de Nelson Goodman, quedan resumidos en un acertado comentario, firmado por Anomia, que viene a cerrar, de manera inesperada, una versión del mundo repleta de hacedores, creadores y modificadores:
Cualquier realidad es un tejido, cualquier teoría es sólo una hebra. ¿Conociendo una sola hebra se puede reconstruir la imagen del tejido? Creo que es tan vano ser extremadamente relativista como realista.
No conocemos, ni podemos conocer, las realidades, sino versiones de ellas. La versión más aproximada a una realidad es el encuentro coherente de muchas versiones, muchas hebras respecto de esa realidad. No basta ser prudente, es indispensable no ser presuntuoso.
La última versión, la más ajustada, guarda la grandeza de las versiones correctas. Aunque todos esperamos, con impaciencia, la aparición de próximas y más ajustadas- versiones.
4 comentarios
Anónimo -
Anónimo -
Alejandro -
No basta leer a Hawkings, para argumentar... es más no basta leer. Y creo que el Sr. Dozo Moreno no ha leído ni la mitad de lo que sostiene. Y no es ataque a la persona, sino un llamado al respecto por las ideas complejas y al tratamiento debido que ellas merecen.
Otis B. Driftwood -
A veces juego mentalmente a pensar qué pasaría si de repente alguien descubriera -o decidiera- que uno más uno no son dos. De repente es como si todo el Universo se descompusiera como un televisor al que le falla la corriente. Quizá el primer Big-Bang se produjo cuando el demiurgo cayó en la cuenta de que uno más uno son dos. Quien sabe :-)
Un saludo.